martes, 20 de mayo de 2008

PONENCIA: La Orientación y la Tutoría, una propuesta integracionista en el Nivel Medio Superior

Mtro. Miguel Ángel Torres Padilla
Psic. Fernando Valente Huerta González

RESUMEN.
El siguiente trabajo se propone plantear la vinculación entre las fronteras del programa de Orientación y la Tutoría en el Nivel Medio Superior.

Las líneas que se desarrollan en esta propuesta son el plano teórico-conceptual, el metodológico y la evaluación.

Consideramos que es necesaria una propuesta de este tipo en el N.M.S para que se reconceptualice la figura del Orientador Educativo como profesional que encamine el proceso y desarrollo de programas vitales en la vida de todo centro escolar. Pero, a partir de una adecuada capacitación que le permita su profesionalización, y la supervisión interna y externa que abra la oportunidad para tener otro punto de referencia y retroalimentación acerca de lo que se emprende en Orientación y Tutoría.

INTRODUCCIÓN.
México atraviesa por un proceso de replanteamiento en diversos aspectos, ya que la educación ha tenido diversos avatares que han creado un nudo dentro de todo el Sistema Educativo mexicano que es necesario desmarañar; el Nivel Medio Superior (N.M.S.) no esta desprovisto de esta situación, es por esto que se plantea mediante el siguiente trabajo una propuesta, con la intención de ponerla a consideración de las autoridades directivas y académicas, con el fin de abrir el debate racional argumentativo sobre la misma, y de esta manera fortalecer, desconfirmar, trazar y confeccionar los nuevos alcances y retos que nos impone la escuela.

Baste señalar que las necesidades de los estudiantes en la actualidad, son diversas y complejas, por lo que es oportuno establecer estrategias que permitan prevenir y remediar las actividades que implican el estudiar; por consiguiente una de las alternativas que permiten dar respuesta a lo anterior es la Orientación Educativa entendida como:

“un proceso de ayuda/apoyo, sistemático, profesional a través del uso de procedimientos educativos e interpretativos con la finalidad de: mejorar el autoconocimiento; enseñar a resolver problemas de diversa índole; enseñar a tomar decisiones prudentes; a realizar una planificación responsable del proyecto de vida, y por último enseñar a relacionarse de forma fructífera con el entorno local y global”. (Santana., 2003: 43)

A este respecto, es pertinente recordar que el Programa Sectorial de Educación 2007-2012 referente a las estrategias y líneas de acción, plantea para el N.M.S. “establecer servicios de orientación educativa, tutorías y atención a las necesidades de los alumnos, principalmente de aquellos que están en riego de abandono o fracaso escolar.”

Por lo cual la Orientación Educativa junto con la Acción Tutorial, son el enlace de diversas instancias y personas que participan en el proceso educativo para atender las características particulares de cada alumno, tanto de índole personal como académico. (Metodología para el Desarrollo de la Acción Tutorial en el Bachillerato General, DGB/DCA/11-04)

En consecuencia, la Acción Tutorial es aquella actividad que ayuda y orienta a los profesores-tutores, a los alumnos en un centro educativo, organizados en una red o equipo de tutorías con el propósito de desarrollar aspectos de su personalidad y superación académica, apoyado en teorías del aprendizaje, más que de la enseñanza.

En el caso de Colegio de Bachilleres del Estado de San Luis Potosí, se ha trabajado diversos aspectos de la Orientación y la Tutoría, este se ha enfocado al desarrollo del alumno y el trabajo colegiado de los docentes; antecedente inmediato es la propuesta de Formación Pertinente (2002) en el Colegio de Bachilleres Plantel 01 Soledad de Graciano Sánchez Romo, el Seguimiento de Alumnos, la Acción Tutorial y el Trabajo Colegiado (2004).

Estos han sido programas que si bien han aportado resultados positivos, les ha faltado afinar en estrategias congruentes a los propósitos de los mismos, ya que no han sido acompañados por un proceso de apoyo metodológico, de supervisión continuada y evaluación sistemática. Pero tal vez, la limitante más importante es la falta de coordinación que distinga, complemente y mejore el trabajo de Orientación y Tutoría, por separado.

En este sentido, es importante recuperar logros y fracasos de experiencias en este ámbito (Marván Paz, Octavio Raúl 2006; Badillo y Azuara; Hernández Hernández, Portilla del Ángel, Trejo Olvera y Yañez García 2008), para replantear estrategias de mejora en el sentido de articular la Orientación y la Tutoría, así como vincular, complementar o sustituir contenidos de programas, fortalecer la capacitación de docentes-tutores, sin perder de vista el hecho de fomentar una cultura de la evaluación del proceso.

JUSTIFICACION.
Es innegable que los programas de Orientación y Tutoría son necesarios en el N.M.S ya que permiten promover la actividad profesional que contribuya a: la calidad de una organización educativa, al desarrollo del los estudiantes en aspectos cognitivos, personales, sociales y profesionales y finalmente adecuarse a los estándares de calidad de las diversas instituciones en el ámbito internacional. (Saez, 2008)

Dichos programas no están alejados en sus propósitos, ni deben ser considerados a parte, aunque cada uno tiene sus límites, existen puntos comunes que deben fortalecerse y resignificarse. Es por ello de la necesidad de esta propuesta, que trata por un lado asumir una posición integrista, pero respetando los rumbos que cada programa tiene prefigurado en la escuela.

OBJETIVOS.
General: Establecer un Programa de Orientación y Tutoría congruentes con los requerimientos cognitivos, personales, sociales y profesionales actuales de los alumnos en las instituciones del N.M.S., considerando la flexibilidad del mismo, dada la multidiversidad de cada centro escolar.
Particulares:
1. Definir el trabajo de la Orientación y la Tutoría en congruencia con los requerimientos de los alumnos y las instituciones.

2. Implementar un curso de capacitación para la Orientación y Tutoría a los diversos agentes implicados en este proceso.

3. Diseñar estándares de evaluación para el trabajo de la Orientación y la Tutoría, que permitan a los agentes retroalimentar y tomar decisiones más creativas e inteligentes para mejorar el proceso.


RESULTADOS ESPERADOS.
Dentro de lo que se espera es que las instituciones del N.M.S. que implementen el Programa de Tutoría, este deberá estar bajo la coordinación y supervisión de un Profesional de la Orientación, con el objetivo de promover una mejora continua para la atención de los alumnos, mediante la formación de Tutores integrados en un equipo de trabajo dentro de la escuela.

DESCRIPCIÓN
El siglo XX inicia la Orientación como disciplina que se integra en la curricula con Davis en la escuela Central High School de Detroit, en Estados Unidos de Norteamérica, él trabajó como asesor con estudiantes que presentaban problemas educativos y vocacionales; posteriormente en 1907 introduce el primer Programa de Orientación Vocacional y Moral en la escuela secundaria; mas tarde crea en la ciudad de Michigan el servicio de Orientación Centralizado, para todas las escuelas secundarias. (Santana., 2003).

Una vez propuesto el servicio de Orientación, nos permite apuntar que este ha transitado por diversas fases, quedando patente su importancia y su consolidación para el desarrollo y madurez de los estudiantes y en consecuencia de las instituciones escolares.

En la actualidad podemos decir que se ha ido transformando la Orientación Educativa, prueba de ello es el hecho que se puede partir de constructos teóricos concisos y postulados o principios generales:
Ya que tiene como tarea prioritaria la Orientación Educativa “generar los cambios que faciliten a todas las personas el encuentro de una mano extendida que le ayude a construir sus proyectos de vida y lograr su desarrollo personal y social.” Declaración del Congreso Mundial de Orientación y Asesoramiento. Valencia – Venezuela. (2000).

El eje de estos cambios es el concepto de “Proyecto de vida”, entendido éste como “un subsistema autorregulador de la personalidad en el que se integran elementos cognoscitivos e instrumentales y afectivos, motivacionales en determinadas tareas generales a desarrollar en la vida del individuo” (D´Angelo., 1997, p.9)

En lo que respecta a los principios fundamentales de la Orientación, coincidimos en el planteamiento de Rodríguez Espinar y otros, en Salas y otros (2000):

Principio de prevención: En donde la orientación debe anticiparse a la aparición de circunstancias o situaciones que pueden ser un obstáculo al desarrollo, en este sentido se interviene en el entorno cercano al alumno o bien dotando al orientado con competencias vitales para afrontar las situaciones de crisis.

Un segundo principio es la idea de potenciar a la persona de una manera integral, ya sea clarificando valores, desarrollando el proceso de toma de decisiones, u otros aspectos relacionados con la formación del alumno.

Un tercer principio es la intervención social, el cual nos sugiere que la actividad orientadora debe modificar aspectos concretos del marco educativo y del contexto social, la tarea es que el orientador tome conciencia que los factores ambientales pueden obstaculizar el logro de objetivos personales.

Con lo anterior se apunta hacia una orientación Psicopedagógica o Constructiva vista como un “proceso de ayuda continuo de todas las personas, en todos sus aspectos, con objeto de potenciar la prevención y el desarrollo humano a lo largo de toda la vida. Esta ayuda se realiza mediante programas de intervención psicopedagógica basado en principios científicos y filosóficos” (Bisquerra en Vélaz de Medrano., 2002, p. 36).

Difícil explicar en este espacio breve la relación entre Orientación y Tutoría, solamente subrayamos que deberá ser un trabajo de “colaboración del orientador con los profesores en la toda programación de Orientación Educativa y en las actividades de Orientación Educativa, y estas deberán ser paralelas a las de la Acción Tutorial, generando un trabajo colaborativo en donde se busca el desarrollo máximo de la Institución Escolar, involucrando a todos los agentes educativos”. (Santana en Martínez; Torres y Huerta, 2005, p. 35).

Lo anterior se puede considerar base para el trabajo de Orientación y Tutoría, ya que tomando como marco “la Reforma Integral de la Educación Media Superior” (2008) en el renglón de las Competencias Genéricas[1], permiten articular y diseñar estrategias para abordar en el Trabajo Tutorial: autorregulación y cuidado de sí mismo, comunicación, pensamiento crítico, aprendizaje autónomo, trabajo en equipo y competencias cívicas y éticas.

Con lo anterior es de vital importancia que todos los alumnos de Bachillerato puedan contar con un Servicio de Orientación Educativa, pero de manera diferenciada; esto es, mediante un servicio que tome como base un programa preventivo frente a un grupo de estudiantes a lo largo de su trayectoria académica, con temáticas para abarcar: una dimensión institucional donde se integre al estudiante a la escuela y a su grupo; una dimensión en hábitos de estudio para detectar y fortalecer habilidades y desarrollar aquellas que son requerimientos académicos específicos; una dimensión en habilidades cognitivas con el fin de explorar en el auto conocimiento de si mismo y el logro de un mejor beneficio de sus capacidades; una dimensión en orientación vocacional para habilitar en la toma de decisión mediante la reflexión de si mismo; una dimensión en orientación profesional y trabajo social para ir prefigurando su presente y futuro próximo en los estudios profesionales y como un protagonista comprometido con la sociedad.

En lo que respecta a la Tutoría se deben abordar aspectos precisos que acompañen a los alumnos durante su trayectoria de estudios en el bachillerato, estos puede ser: sensibilizar acerca de qué, cómo, por qué y para qué de la tutoría; realizar un diagnostico académico para trabajarse áreas especificas como el manejo eficiente del tiempo, la motivación y el estudio, qué hace un alumno excelente; o bien reforzar aspectos del proyecto académico de los alumnos (dimensión del proyecto de vida), para ello es necesario abordar sus expectativas pasadas, presentes y futuras, la implicación personal en el logro-construcción de su proyecto, estrategias en el manejo de la motivación-frustración.

En lo que respecta a los Orientadores a nivel nacional es necesaria la capacitación, y en el sistema Colegio de Bachilleres del Estado de San Luis Potosí urgente, ya que según los datos arrojados por la responsable del Departamento de Orientación Educativa[2], la mayoría de los Orientadores no reúne el perfil para la ejercer la Orientación y en algunos caso esta actividad es considerada una actividad de relleno para muchos de los funcionarios. Es así como el Trabajo de la Orientación y la Tutoría debe comenzar por un proceso de capacitación con el fin de profesionalizar a los encargados de este rubro; sin esto, es difícil emprender y lograr mejoras en el proceso.

Dicho proceso se compone de dos vertientes:
1. La capacitación permanente en relación a definir las competencias disciplinares y el desarrollo de las estrategias de mejora, tomando como base el trabajo colaborativo en grupos de trabajo con padres y agentes externos a la institución.

Una vez que se capacite a los orientadores, estos tendrán la oportunidad de realizar una capacitación para los docentes tutores, personal administrativos y alumnos tutores; a su vez implementará una propuesta de evaluación del proceso, con el fin de retroalimentar, guiar, orientar y tomar decisiones del trabajo de Acción Tutorial que se realice en cada ciclo escolar.

2. Otra vertiente es la supervisión y evaluación por medio de cuerpos colegiados, pudiendo ser internos y externos, con la finalidad de enriquecer el trabajo que se emprende, evidenciar las estrategias que se prueban, reconocer los mecanismos que se viven, saber cómo se emplea el tiempo, pero tener constancia de qué cambia y qué se resiste a cambiar, qué otros aspectos no considerados surgen y cómo se actúa ante estos, … lo anterior mas que fiscalizar tiene el propósito de generar estrategias de mejora particular, mediante fundamentos teóricos, que le den racionalidad a lo que se vive.

EVALUACIÓN.
Consideramos oportuno plantear la evaluación de la Orientación y de la Tutoría tomando como referencia la propuesta de Hernández Fernández y Martínez Clares (1996), ya que responde al planteamiento de esta propuesta.

Pero conviene preguntarnos ¿Por qué la evaluación? Esta nos permitirá tomar decisiones de cambio y mejora a lo largo del proceso y tras finalizar la intervención del programa. Pero es conveniente según la postura de Hernández Fernández y Martínez Clares (1996), que la recopilación de los datos esté en relación a la “marcha del programa tanto en su adecuación a la programación previa como a los aspectos dinámicos y de relación del mismo”.

Es por esto que la evaluación del proceso-desarrollo permite ir modificando, adaptando, ajustando, en vez de enjuiciar, certificar, calificar y ser correctiva. Para ello es necesario durante el proceso-desarrollo de Orientación y Tutoría aplicar algunas evaluaciones que den la pauta para sugerir y reorientar el rumbo, esto es ser formativa.

Una evaluación del Proceso-desarrollo implica preguntarnos: ¿Realmente partimos de un programa en Orientación y en Tutoría? Y si es así ¿qué está funcionando del programa? Pero, ¿Cómo han sido las diferentes etapas del mismo? ¿En qué esquemas teóricos se apoyan? Pero ¿Qué tanta coherencia existe entre lo planteado en el programa de Orientación y Tutoría con la realidad? Y ¿en qué se alejan y por qué? En base a lo anterior ¿Qué y cómo se debe adaptar? ¿Qué se debe descartar? ¿Que es necesario redefinir? Lo se busca a final de cuentas es el adecuado funcionamiento en la implementación de la Orientación y la Tutoría en base a las necesidades propias de los alumnos y la escuela.

Esta fase se compone de cinco apartados con los que se pretende identificar la adecuación, identificación y desarrollo de las actividades diseñadas en el programa de Orientación y Tutoría.
Los apartados pueden ser:

a1) Cobertura del programa: ¿Quién realizó el diagnóstico? ¿En base a qué criterios se hizo el diagnóstico? ¿Cuántos alumnos se detectaron? ¿Cuál es la capacidad institucional para la atención de estos alumnos? ¿El programa se dirigió a los sujetos que previamente se habían previsto? ¿Cuántos alumnos se atendieron por tutor? ¿Qué problemas se presentaron en este apartado y cómo se enfrentaron?

a2) Realización de actividades: ¿El programa de Orientación y Tutoría propone la realización de actividades? Pero ¿Qué actividades se realizaron? ¿Por qué estas y no otras? ¿Quien y cómo se determinaron estas actividades? ¿Cómo se constató el cumplimiento de dichas actividades? ¿Existió un orden o planificación en la realización de las actividades? ¿A qué respondió este orden? ¿Se llevaron a la práctica todas y cada una de las actividades propuestas? ¿Cuál es la opinión de los tutorados respecto a las actividades realizadas? ¿Qué problemas se presentaron en este apartado y cómo se enfrentaron?

a3) Ejecución de la temporalización: ¿las actividades previstas en los períodos de tiempo prefijado se llevaron acabo? ¿Hubo ajustes de tiempo respecto a la ejecución real de actividades con respecto al tiempo programado? ¿Cómo se aprovecho el tiempo? ¿Qué problemas se presentaron en este apartado con respecto al tiempo y el espacio? ¿Cómo se enfrentaron?

a3) Funciones de los agentes implicados: ¿El Director estuvo atento a las actividades realizadas correspondientes al programa de Orientación y Tutoría? ¿El Coordinador General de Orientación y Tutoría asesoró, guió, atendió y supervisó las actividades realizadas durante el curso lectivo? ¿El Coordinador del Centro realizó por lo menos 3 reuniones en el año lectivo, elaboró el diagnóstico de tutorados, dio oportunamente material de trabajo, asignó listas de tutorados, actualizó listas de tutorados, asignó aula de trabajo, capacitó a los tutores, informó con oportunidad de los cambios de actividad, mantuvo contacto permanente con los tutores y tutorados,…? ¿Los Tutores asistieron a cada una de las reuniones que se les convocó, fueron puntuales a las sesiones de tutoría, asistieron a la capacitación, mantuvieron contacto con el coordinador y asesores de los tutorados, estableció empatía con los tutorados, asesoró y guió a los tutorados, entregó reportes al coordinador,…? ¿Qué problemas se presentaron en este apartado y cómo se enfrentaron? ¿Número de agentes previstos? ¿Numero de agentes reales?

a4) Utilización de los recursos disponibles: ¿Con qué recursos materiales y humanos se contó para las actividades realizadas en Orientación y Tutoría? ¿Fueron suficientes? De lo contrario ¿Qué estrategias se emprendieron? ¿Cuáles fueron algunos imprevistos en este apartado?

La metodología para recuperar los datos y hacer el análisis de los mismos puede ser a partir de cuestionarios, fichas de control de sesiones, escalas de estimación, diarios de sesiones, entrevistas,…con la finalidad de profundizar en los qué y cómo para mejorar en las líneas de adecuación del programa en cuanto a su pertinencia y realización.

CONCLUSIONES.
Si bien esta es una propuesta que pretende establecer el vínculo de contacto entre el programa de Orientación con el programa de Tutoría, pero es preciso, dar cuenta que si bien se parte de líneas teórico-conceptuales, es un reto continuar profundizando en el sendero a lo largo del proceso, para que esta precisión teórico-conceptual redefina constantemente las líneas metodológicas y de intervención.
Un asunto pendiente es la evaluación, apartado que debe continuar construyéndose en base a las necesidades fundamentales para darle sentido a lo que se emprende y cómo se emprende en Orientación y Tutoría. Con este trabajo se desarrollaron algunos aspectos pero queda pendiente la elaboración de los instrumentos específicos. Este es un renglón que sigue inacabado y por desarrollarse en el N.M.S.

BIBLIOGRAFÍA.
1. Badillo y Azuara (2008). Impacto del Programa de Tutorías y Trabajo Colegiado en el Plantel No. 25 Turno Vespertino. S.L.P. México.

2. D’Angelo, O. (1982) Las tendencias orientadoras de la personalidad y los Proyectos de Vida futura del individuo. En: Algunas cuestiones teóricas y metodológicas sobre el estudio de la personalidad. Edit. Pueblo Educación. La Habana.

3. Hernández Fernández, Josefina y Pilar Martínez Clares (1996). Propuesta Metodológica para Evaluar Programas de Orientación Educativa. Revista Electrónica de Investigación y Evaluación Educativa // 1996 // Volumen 2 // Número 2_1ISSN 1134-4032 // D.L. SE-1138-94
http://www.uv.es/RELIEVE/v2n2/RELIEVEv2n2_1.htm 14/5/08

4. Hernández Hernández, Portilla del Ángel, Trejo Olvera y Yañez García. 2008. La Manera que Influye la Motivación de los Docentes del Cobach 08 en el desempeño que muestran en la implementación del Programa Tutorías (2007-B). S.L.P. México.

5. La Reforma Integral de la Educación Media Superior. Resumen Ejecutivo 24 de Enero, 2008. http://www.sems.udg.mx/rib-ceppems/ACUERDO5/Resumen_SNB_a_SEMS_1.pdf

6. Martínez. L. Torres P. y Zaragoza G. (2005) Los planes de acción tutoreal en la Universidad de San Luis Potosí: trayectoria académica como eje de construcción. En Revista Educación Mexicana de Orientación. 2ª época, volumen III número 5 marzo-junio. 2005.

7. Marván Paz, Octavio Raúl. Programa Institucional de Seguimiento Estudiantil basado en la Acción Tutorial como una Estrategia para contribuir al logro de la Calidad Educativa. S.L.P. México. 2008

8. Saez Oros, Rafael. Diplomado en Tutoría. Universidad Autónoma de San Luis Potosí. abril 2008.

9. Santana Vega (2003) Orientación educativa e intervención psicopedagógica. Cambian los tiempos, cambian las responsabilidades profesionales. Ediciones pirámides Madrid España.

10. SEP. Subsecretaria de Nivel Medio Superior. Reforma Integral de la Educación Media Superior en México: La Creación de un Sistema Nacional de Bachillerato en un Marco de Diversidad. Enero, 2008.

11. _________________________________ Competencias Genéricas y el Perfil del Egresado de la Educación Media Superior. Enero, 2008

12. Vélaz de Medrano Ureta C. (2002) Orientación e intervención psicopedagógica. Concepto modelos, programas y evaluación. Ediciones Aljibe. segunda edición. Málaga, España.

[1] Una competencia es la integración de habilidades, conocimientos y actitudes en un contexto específico. En lo que respecta a las competencias genéricas constituyen el Perfil del Egresado del Sistema Nacional de Bachillerato. Cada una de las competencias están organizadas en seis categorías, está acompañada de sus principales atributos.
[2] Psic. Isabel Roque de Anda. Colegio de Bachilleres del Estado de San Luis Potosí. Jefatura De Materias.