sábado, 29 de enero de 2011

LA EXPERIENCIA DE LA TUTORÍA DESDE LA PERSPECTIVA DE LOS ALUMNOS-TUTORES EN EL NIVEL MEDIO SUPERIOR.

“Convirtiendo a nuestras vidas en una vida viajera,
una vida nómada, una vida trasnacional que atraviesa fronteras”
Marrero Acosta


PALABRAS CLAVE
Programa de tutoría, tutores, alumnos-tutores, alumnos-tutelados, tutoría entre iguales

INTRODUCCIÓN.
El proceso de Tutoría ha pasado por diversas facetas desde su implantación en el Nivel Medio Superior en México, en el caso del Colegio de Bachilleres Plantel 26 no es la excepción, pues esta se consolidó en estrategias trabajadas con base a una metodología que se reconstruye día con día. A pesar de ello al Programa de Tutoría y a sus agentes le han impactado circunstancias internas y externas que la dimensionan hacia otros derroteros.

Estos rumbos al que se hace alusión es el referente al proceso de homologación que se vivió en el ciclo 2009, ya que según la Normativa de Horas de Fortalecimiento Académico en uno de los siete ejes “para atender los aspectos más apremiantes del proceso académico” se considera la Tutoría y/o asesoría académica, dando la pauta para que los docentes tutores transiten de tener una adscripción voluntaria a uno relativamente obligatorio, pero para otros docentes es el momento para decidir emplear dichas horas en otros ejes ajenos a la Tutoría, creando diversos dilemas para atender el servicio de Tutoría.

Bajo esta circunstancia y debido a la alta demanda de ingreso al primer año en el Plantel 26 implicó aumento de alumnos y en consecuencia de alumnos, es por ello que se crearon nuevas y crecientes necesidades respecto al número de agentes para atender dicho servicio de Tutoría.

Una propuesta consistió en incorporar al Programa de Tutoría a los docentes no homologados, administrativos y alumnos de semestres posteriores 3º, 4º,5º y 6º para ser tutores; en el caso de los alumnos se invitó a ciertos tipo de alumno, destacando por sus cualidades al tener un desempeño académico sobresaliente.

Más adelante, se invitó para ser alumno-tutor a cualquier alumno, sin distinción de su desempeño académico, ya que el haber superado una o varias dificultades académicas han adquirido la experiencia para compartir su éxito a los alumnos de nuevo ingreso que no han transitado por este proceso, es por ello que consideramos son una pieza fundamental, ya que tienen la oportunidad de brindar un aprendizaje que se apoya en un conocimiento de causa vital para aquellos alumnos que viven dificultades académicas y/o de adaptación al plantel.

Es por ello que se consideró oportuno formalizar el trabajo de “Tutoría entre iguales”, como una opción que permitiera ofrecer la atención y servicio a todos los alumnos de nuevo ingreso, entendiendo como “Tutoría entre iguales” aquella que “realmente ayuda a ofrecer feedback formativo a los estudiantes y aprender de los otros compañeros, sobretodo en estrategias de trabajo y organización del aprendizaje” (Gairin, Feixas, Gillamón y Quinquer. 2004:69).

DESARROLLO
El propósito de este trabajo es analizar la experiencia de “Tutoría entre iguales” desde la percepción de los alumnos-tutores contrastada con los alumnos-tutelados en el caso del Colegio de Bachilleres Plantel 26 turno matutino de San Luis Potosí, en el periodo 2010-B.

El servicio de Tutoría se ofreció a todos los alumnos de primer semestre, con una temporización continua, esto es, una sesión a la semana los miércoles de 7:00 a 7:45 am, es obligatoria pues contabiliza para la evaluación parcial de la asignatura de Orientación Escolar, en consecuencia figura dentro del horario de clases de los alumnos. Se trabaja de manera grupal en el aula o fuera de ella, es presencial y se apoya con un manual de trabajo: Manual del Trabajo para el/la tutorad@; estos grupos están conformados por 25 alumnos atendidos por un profesor homologado o no homologado acompañado por uno o dos alumnos-tutores, o un administrativo acompañado por uno o dos alumnos-tutores y se formaron dos grupos de alumnos atendidos únicamente por alumnos-tutores. El total de pequeños grupos fue de 18 con una población atendida de 450 alumnos aproximadamente.

Para el periodo 2010-B la Tutoría se planeó llevarse a cabo en 12 sesiones de trabajo grupal, de las cuales efectivas fueron diez sesiones de trabajo, se propuso abarcar las temáticas: qué es la Tutoría, porqué asisto al COBACH Plantel 26, por qué y cómo ser el mejor de la clase, horario de estudio, autoestima, autoconocimiento, el sistema de evaluación, el concurso académico, además de aplicar un cuestionario personal y para padres de familia.

Metodología
Para recoger información referente a la actuación tutorial se obtuvo información de 20 alumnos-tutores, de los cuales 10 son varones y 10 mujeres del 5º semestre, a este grupo se les aplicó al término del semestre 2010-B un cuestionario (ver anexo 1) compuesto de dos aparatados: autovaloración personal del desempeño y valoración del trabajo de Tutoría con los tutelados, contando cada apartado de 4 y 7 reactivos respectivamente. Por otra parte, se extrajo una muestra al azar de 45 alumnos de primer semestre que recibieron la Tutoría para aplicarles una encuesta de 10 preguntas referentes a su percepción de la Tutoría (ver anexo 2) representando el 10% de la población atendida.

Posteriormente se vaciaron los datos de los cuestionarios y encuestas y se realizó la depuración de la información hasta llegar a concretar en categorías de análisis, para posteriormente contrastar los datos arrojados y valorar los alcances y limitaciones de lo trabajado bajo esta propuesta.

Dicho análisis se llevó a cabo desde la perspectiva cualitativa para darles voz a los agentes principales recreando los diversos discursos subjetivos que le están dando rumbo a la Tutoría en este momento.

Marco teórico-conceptual
La “Tutoría entre iguales” tiene antecedentes desde el mundo clásico, pasando por el mundo de la edad media, el gymnasium, y un origen más moderno se sitúa después de la revolución francesa con el aumento de alumnos y la limitante de recursos; ya en el siglo XVIII Bell estableció el sistema monitorial, en donde se organizaba en los alumnos para promover que sean tutores de sus compañeros.

Ya en tiempos más recientes, existe una vasta experiencia por parte de la escuela española, donde se ha planteado que la “Tutoría entre iguales” tiene las siguientes ventajas:

  • Facilita la construcción conjunta de conocimientos, ya que no se espera que haya un cambio solo en quien recibe la tutoría sino también en quien la comparte.
  • No hay roles duraderos que a la larga puedan comportar autoritarismo y la reproducción del modelo de enseñanza, pues como señalan los alumnos-tutores, cuando están los alumnos-tutelados “con los docentes se muestran más rígidos”.
  • Principio de dar y recibir o de un intercambio democrático, “ya que ser alguien en el mundo, ser en relación con el otro y lo otro conforman una búsqueda que se incardina en la historia misma de la civilización humana” (Marrero, 2006:1), es procurarle poder al alumno desde la perspectiva del valor social que mediante la Tutoría le retribuya identidad, pero ajeno a los privilegios y el poder privado como lo pudiera experimentar un docente homologado.
  • La Tutoría se convierte en colaboración, permitiendo más mutualidad, muldireccionalidad y simetría, consecuencia de la reestructuración de las sociedades contemporáneas, ya que la autorrealización y la autodeterminación no son en absoluto metas individuales; también deben ser soluciones públicas; por ello es preciso que la Tutoría en el Sistema COBACH se dé a la tarea de abordar sus exigencias en conflictos, tenga los espacios para socializar las incertidumbres y además la inteligencia y creatividad para hacer una gestión activa acorde a nuestro contexto. De lo contrario seguiremos viviendo de un discurso que se gasta en palabras y formatos pero es asimétrico en los hechos.

Tomando en cuenta las cuatro ventajas anteriores partimos del supuesto que la “Tutoría entre iguales” es ”un sistema de instrucción constituido por una diada, en la que uno de los miembros enseña al otro dentro de un marco planificado exteriormente” (Duran y Vidal, 2004).

Además las investigaciones que resume Duran (2004) platea que las ventajas que obtiene el alumno-tutor, es que aumenta el grado de implicación, el sentido de la responsabilidad y de la autoestima; se tiene mayor control del contenido, de la tarea y mejor organización de los conocimientos propios para poder enseñarlos; se tiene mayor conciencia de lagunas e incorrecciones propias y detección y corrección de las del otro; mejoran las habilidades psicosociales y de interacción.

También los beneficios para los alumnos-tutelados se pueden concretar en mejoras académicas y un ajuste psicológico. Ya que hay un tiempo de actividad alta, oportunidades de ofrecer retroalimentación a los alumnos-tutelados es alta, la oportunidad de corrección de errores es alta, las oportunidades de ayudar son muchas y las oportunidades de cooperar son muchas (Gairín, Feixas, Gillamón Quinquer, 2004:70).

Los inconvenientes del alumno-tutor puede manifestarse en no detectar errores o concepciones equivocadas del alumno-tutorado; decir o mostrar información errónea que refuerce errores; mostrar impaciencia y decir al tutorado la respuesta o hacer la tarea por él, reduciendo las posibilidades de aprendizaje. Es por ello necesario mucha formación previa y estar monitoreando el trabajo que realizan los alumnos-tutores.

En el caso de los alumnos-tutorados uno de los inconvenientes son los de tener la sensación de pérdida de tiempo, que es una clase impuesta donde se carga el lastre de los alumnos rechazados, otro inconveniente es la reacción negativa de los padres con el afán de conservar el modelo tradicional y la percepción de la escuela como una institución pobre en recursos.

Es por ello conveniente combinar las diferentes posibilidades tutoriales por parte del profesor y por parte de iguales con el fin de propiciar diversas posibilidades de aprender y una tutoría integral.

Análisis de datos
En base a las encuestas aplicadas a los alumnos-tutores en lo respectivo a la pregunta ¿cuáles son los motivos para ser tutor? Nos percatamos que más de la mitad ven la Tutoría como una oportunidad de “apoyar y ayudar a los chavos para adaptarse e integrase al COBACH, a salir adelante, a orientarlos y motivarlos, dándoles a conocer el plantel y enseñando lo que sé”.

También se identificó otra categoría que viene a responder con una necesidad personal de los alumnos-tuores: “superar el miedo frente al público”, y remite a estos a experimentar la oportunidad de relacionarse con alumnos de semestres iniciales y poner a prueba su “actitud de liderazgo y saber cómo afrontar las situaciones”.
En el cuestionamiento de aciertos la mayoría de los alumnos-tutores refieren que fue gratificante el saber que los tutorados “habían estudiado y hecho los trabajos de las clases”, que “te saluden” fuera de clase y “te pidan ayuda con sus materias”, además “el saber que los chavos que les di Tutorías siguen aún en el COBACH”.

Lo anterior se relaciona con la percepción de los alumnos-tutelados ya que estos refieren que el objetivo es “tener una mejor adaptación en el COBACH26, ayudarnos a resolver nuestras dudas acerca de algunas materias que se nos dificultan; que nosotros los alumnos estuviéramos enterados sobre lo que es el COBACH y ayuda para mejorar nuestras calificaciones; orientarnos en nuestras dudas en cuanto a cómo se manejan algunas materias y actividades dentro del COBACH ”. Una conclusión anticipada es la que nos dice que el hacer está vinculado con el objetivo que se pretende con el Programa de Tutoría.

Por otra parte los alumnos-tutores reconocen sinsabores en esta labor ya que “eran difíciles de controlar los alumnos y había un alto número de reprobación… se distraían fácilmente”, esto habla de la falta de preparación pedagógica de la cual adolecen los alumnos-tutores para mantener control con los grupos de trabajo. Otra dificultad con la que se encontraron fueron los problemas de comunicación ya que algunos alumnos formaban “una barrera que me impedía ayudarlos”, pues “no querían participar en las dinámicas”, “algunos chicos no querían hacer las cosas”, o en el peor de los casos “eran muy callados” o “un poco chistinos”. El desarrollar habilidades sociales es el resultado de un proceso y ganar la confianza de los alumnos por parte de los iguales es también una tarea que puede generar conflictos.

En contraste en este aspecto los alumnos-tutelados son escasos los que mencionaron tener una percepción negativa del aprovechamiento del tiempo, ya que algunos comentaron “fue una pérdida de tiempo; nunca hicimos nada, la mayoría de las veces hacíamos la tarea”. Pero la gran mayoría consideró que si se aprovechó la sesión de Tutoría, ya que “se utilizaba la hora/clase para nuestras necesidades, en este tiempo nos apoyaron en lo necesario; me resolvieron dudas que yo tenía; siempre la pasamos bien y nos divertimos”.

Esto nos dice que lo desfavorable para los alumnos-tutores no necesariamente es lo mismo para los alumnos-tutelados, parten de circunstancias y roles distintos y como tal se debe comprender.

Este tipo de conflictos a los que hacemos alusión es el hecho de que los iguales no son el profesor y ante la presencia de un alumno-tutor, pueden los alumnos-tutelados mostrar actitudes que desalientan el trabajo ya que “fueron difíciles, siempre tenían una excusa y no querían hacer nada”, “se batallaba para hacerlos trabajar y para que realmente pusieran atención”, eran “muy imperactivos” y “fue algo que me desesperaba”.

Poco menos de la mitad de los alumnos-tutores señala que no tuvo problemas, pero en menor escala a esta tuvo problemas que se evidenciaron en dificultades para que los alumnos participaran en Tutorías, la inquietud de los alumnos (“un niño muy intenso”, “platicaban mucho”), la autoestima y la falta de comunicación entre los docentes respecto al tema de la evaluación, pero no indican cómo se abordaron, esto nos habla de que son problemas pendientes que requieren ser atendidos mediante la prevención y durante el proceso mejorando los canales de comunicación entre el equipo de alumnos-tutores con el coordinador del programa para que se tenga certeza de qué es lo que se puede hacer en estos casos específicos. Por otra parte un tercio detecta problemas y plantea soluciones ante estos, por ejemplo los alumnos “son inquietos”, “no hacían caso” se abordó el problema diseñando “actividades escritas y a veces interactivas”, “cambiarlos de lugar”, “hablando con ellos” y en algunos casos “las maestras me ayudaban”.

En contraste los alumnos-tutelados respecto a la utilidad del programa refiere la gran mayoría comentarios positivos, por ejemplo: “en mucho, me explicaron todo; para mejorar mis calificaciones; ayuda a los alumnos, en el apoyo académico y conocimiento sobre ti mismo; en los pros y contras del COBACH e igual que sus actividades”.

Pero ¿qué debe cambiar para mejorar el Programa de Tutoría en versión de los alumnos-tutores? Una de las primeras categorías fue referente al manual de trabajo para el tutorado, en el sentido que se haga “un manual de actividades para las sesiones de cada tema porque se acaban”, no es suficiente el material propuesto, pues es necesario “que nos faciliten mas material”, aunado a esto conviene “hacerlo más divertido y dinámico pues se les hace aburrido y tedioso” es por ello sugerido que en el manual haya “dinámicas relacionadas con lo visto”, que se promuevan “actividades recreativas para que no se aburran” los alumnos-tutelados.

Dentro de lo que tiene que cambiar para mejorar es en cuanto al desarrollo de cualidades sociales y de comunicación en los alumnos-tutores ya que es preciso conocer “algo de interactividad” esto es “que sepamos cómo interactuar con los chavos” y así “tener más tacto con los alumnos” y mejor comunicación porque nos sugirieron “hablar más fuerte”. Por ello es conveniente “orientar a los alumnos-tuores para que estos puedan trabajar de una buena manera”.

Para cerrar este apartado incluimos la percepción de la asistencia en cuanto a los alumnos-tutelados ellos reportan un promedio de 97% a diferencia de la percepción de los alumnos-tutores de un 85% existiendo una diferencia porcentual de 12%.

CONCLUSIONES
Se puede revalorar la Tutoría a través de este trabajo entre iguales pero se requiere afinar el proceso considerando la selección de los tutores-alumnos, la capacitación, la motivación de los tutores, las temáticas tratar, la evaluación,…involucrando a los directivos y a los padres de familia pues lo que se pretende es importante para nuestros alumnos y sus hijos.

La “Tutoría entre iguales” es tan valiosa que de ninguna manera llegará a sustituir el papel tan importante del docente-tutor ya que se complementan.

Con base a este análisis es importante replicar esta experiencia en otros planteles para observar otras variables que nos permitan enriquecer este tipo de trabajo, con la finalidad de ir conformando una red de alumnos-tutores que conlleve a replantearse soluciones inteligentes y creativas a las problemáticas urgentes de reprobación y deserción o de otras situaciones que existen en nuestros planteles.

BIBLIOGRAFIA
Duran, David y Vital Vinyet (2004). Tutoría entre iguales: de la teoría a la práctica. Un método de aprendizaje cooperativo para la diversidad en secundaria.
Editorial Graó, Barcelona, España.

Garín, Joaquín et.al (2004). La Tutoría académica en el escenario europeo de la educación superior. Revista interuniversitaria de Formación del Profesorado. Diplomado en Tutoría Universitaria. Contexto, Pensamiento y Acción Docente. Modulo I. Ledezma Reyes y Rubio Sosa. U.A.S.L.P. 2008.S.L.P., México.

Huerta González, Fernando Valente y Torres Padilla, Miguel Ángel (compiladores). Manual de Trabajo para el/la Tutorad@. S.L.P. México, 2010.

Marrero Acosta, Javier (2006). Sujeto, Vida en Común y Ciudadanía democrática. UIMP. Diplomado Universitario de Tutorías. Contexto, Pensamiento y Acción Docente. Modulo I. Marrero Acosta y Martínez Licona. U.A.N.L. Monterrey, N.L.México, 2007.


Normativa de Horas de Fortalecimiento Académico. http://www.selper.cbslp.edu.mx/archivos/FORTALECIMIENTO.pdf